lunes, 13 de abril de 2009

GUIGUE

Hasta ahora no hay certeza de la fecha de su fundación, ni mucho menos de su fundador, se cree que fue formandose como un pequeño vecindario de españoles, cuya población fue creciendo a medida de la llegada de nuevos pobladores, y claro mucho antes en este valle estuvo formado por indígenas, tal es el caso de los petroglifos de güigüe existentes en las Tiamitas. Según la historia cuenta que en este valle entre el monte y la noche, se escuchaba al atravesar sus caminos un sonorico canto "üi üe.. üi üe.....üi üe"; de las ranas que albergaban entre la fauna,todos los visitantes terminaron por llamarlo así cada vez que venían. Con posterioridad los colonizadores españoles introducen a este nombre la "G" por el cual se conoce en la actualidad el mencionado nombre, y pues también la dieréresis en la "u" ya existente en la lengua española, hay que descatar que los güigüenses al igual que los mexicanos no aceptan la perdida de la "x" en el nombre de su país ya que México es Méjico en su pronunciación, por ello recuerda que Güigüe, es la escritura correcta y no Guigue como muchos lo hacen.
También debemos mencionar que en la antiguedad el Arvelo es de origen vasco y traducido a español quiere decir "pedernal", del cual existe el caserio pedernales decendiente de la familia Avila.

LEYENDA: En la Plaza Avila de Güigüe se encuentra el antiguo reloj, que en la época Gomecista formó parte de la medida del tiempo de las pesonas que recogían café provenientes de la producción sureña de Copetón, Santa Efigenia, Altamira y las Palmas. El Reloj es un genuino y autentico monumento tal como los relojes públicos de Caracas, traído de Europa y colocado durante los períodos del gobierno del General Antonio Guzmán Blanco y Joaquin Crespo.
El artefacto fue testigo del ayer floresciente de la hacienda "El Trompillo", Don Antonio Pimentel y el General Juan Vicente Gómez, eran los dueños para aquel tiempo, ya que entre nuestra historia Gómez vivió por algun tiempo aqui.
Muerto el General Gómez este reloj fue trasladado a la Plaza Avila, reparado y puesto en funcionamiento, marcando las horas parroquiales del pueblo, poco después de haberse descompuesto una extraña leyenda acompaña a este reloj, asegurandose que el que repare este reloj, dejará de existir en pocos días, un Sr. llamado Salvador Consoli, fue el operario y mantenedor de su funcionamiento pero al regresar a italía murió, después el Sr. Andrés Mijares conocido como "Chipia" y residenciado en Maracay, murió; y por último el mencionado maestro Juan Lorenzo que murio en Valencia.
Desde entonces todo aquel que repare este reloj, pocos dias le quedara de vida. Leyenda del Reloj de Güigüe.

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